El niño desde edad muy temprana se ve afectado por diversos miedos, angustias y frustraciones que en ocasiones le invaden y le impiden llevar una vida aceptable. Pero a diferencia del adulto el niño carece, o dispone en menor medida, de la herramienta fundamental para hacer frente al sufrimiento, a la angustia sin sentido, y esta es el lenguaje.
El niño ante esta falta de dominio del lenguaje ante situaciones que le producen sufrimiento y su imposibilidad de nombrar lo que le ocurre, puede recurrir a la motilidad (el niño grita, corre, patalea, muerde, golpea, etc…) o a la inhibición y enfermar. El juego es la forma que tiene de expresarse, de no caer en la enfermedad, de sanar.
Es conveniente que cuando se detectan estas situaciones se consulte con un psicólogo y poder evitar así que el crecimiento del niño se vea obstaculizado.
Se trabaja en sesiones individuales con los niños para acompañar y ayudar a que se restablezca el desarrollo sano, y se realizan sesiones de seguimiento con los padres a los que se considera parte del tratamiento.
Las situaciones de consulta más frecuentes son:
-Problemas de conducta
-Trastornos del sueño
-Trastornos de la alimentación
-Hiperactividad
-Déficit Atención
-Trastorno Obsesivo Compulsivo (T.O.C)
-Enuresis, encopresis
-Miedos , Fobias…